Muchos lugareños se concentraron en Garganta La Olla para protestar contra los vacíos sanitarios y apoyar al cabreo Juan Alegre. Las medidas sanitarias contra la tuberculosis bovina están acabando con la ganadería extensiva en La Vera, y por tanto con los cabreros y cabreras de la Comarca.
El penúltimo cabrero que queda en el pueblo, Juan Alegre, vio cómo el camión del matadero se llevaba sus casi 100 cabras por dar positivo en tuberculosis bovina. Es el segundo vacío sanitario ya no puede aguantar más, esto supone una ruina para su familia. Allí estaba el Alcalde de Garganta, Antonio Muñoz, y también la portavoz de Unidas Por Extremadura, Irene de Miguel.
Alba Alegre, la hija del cabrero Juan Alegre, leyó un manifestó en el que puso de relieve el perjuicio de las medidas sanitarias contra la tuberculosis bovina.
“La junta de Extremadura presume de campo en España, en Europa, pero aquí nos matan los rebaños y no ofrecen alternativas a las familias, y al sector, solo una triste indemnización que no cubre ni la cuarta parte del retorno por la producción. Aún estamos a tiempo de parar el exterminio, y eso pasa por detener la política sanitoria. Ni la tuberculosis es un problema de salud pública, ni las pruebas son fiables y es imposible su erradicación por convivir las cabras con fauna silvestre…”
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